No te quiero mía, te quiero tuya. Con tus miedos y todos tus fantasmas. Con cada uno de tus errores y cada segundo contigo que aún no llega.
Te quiero en todas tus formas, en todas tus vidas. Te quiero los lunes por la mañana, fastidiada y sin querer saber de nada, y esos domingos por la tarde, cuando te abrazo y pasamos el día echadas
Te quiero despeinada, burlona, enojada, terca, egoísta y arrogante. Llámame enferma, pero quiero a esa versión de ti que no conoce el resto.
Y si me preguntas porqué te quiero, me faltan todos los motivos. Porque no te quiero, ni te necesito, no me haces falta, pero te quiero para todo. No deseo que me pertenezcas porque te quiero tuya, pero conmigo.
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