Haciendo de lado las barreras del lenguaje, conocí a Ju young y ahora escribiré la experiencia.
Aunque crea saber cosas, me doy cuenta que no sé ni un carajo, y es que si me pongo a imaginar la cultura de las personas orientales, mi cabeza termina hecha nudo porque hay tanta información, tantos lenguajes y tantas formas y maneras de pensar que simplemente, prefiero no pensar ni agobiarme y simplemente experimentar las cosas.
Quedamos a las 8:30 para ir a cenar, no sabe español, yo no se coreano, pero ambos intentamos comunicarnos… a medio ingles, a señas y haciendo ademanes medios raros.
Dudé en conocerlo, o en llegar tarde como se me va haciendo costumbre aunque odie eso de las personas, pero la cuestión de respetar el tiempo de los demás y mucho más si hablo del tiempo de una persona que creció disciplinada toda su vida.
Conversamos y bromeamos un poco, no me pregunten como pero así fue, quiero pensar que existe un idioma universal que todo mundo (sin importar idiomas ni nacionalidades) podemos hablar, todos podemos comunicarnos con todos.
Creo que es el miedo y la inseguridad quienes nos cierran las puertas, porque todo lo que buscamos se encuentra al alcance de nuestras manos, solo es cuestión de decidirnos a actuar.
Le enseñaba a decir algunas palabras en mi idioma y él hacia lo mismo, me mostró como se escribe mi nombre en coreano, me explicó como se escriben los nombres propios, obviamente no lo comprendí, asi como él tampoco logró comprenderme del todo.
Me gustaría mostrarle el mundo que se perdió estando del otro lado del planeta. Será divertido.
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