Hable conmigo, como todas las otras veces.
Me obligué escucharme y pretendo obligarme a obedecerme también.
Estoy en constante conflicto conmigo,los fantasmas y mis dualidades; a veces no me encuentro, desaparezco de mi y de repente ya no sé ni quien chingados soy.
Tal como ahora, tendré que salir a buscarme.
El problema nunca fueron ellos, siempre he sido yo aunque me guste señalar culpables.
Tiraré del hilo, conozco el riesgo, sabemos que es lo que pasa cuando limpiamos hasta el fondo.
Sabemos perfecto el desmadre que encontraremos al abrir esa puerta que por un motivo se ha mantenido bajo llave.
¿Que pretendemos al arreglar a otras personas si no podemos arreglarnos a nosotros mismos?
Estoy en constante conflicto con mis ideas, esta pinche realidad y la pregunta que taladra mi cabeza preguntando ¿Estaré haciendo las cosas bien?
Entonces, he decidido no pensar,solo decidir y recibir lecciones.
Comenzemos.
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